En la noche del martes, Juan Gabriel, ciudadano de origen mexicano que residía en el Estado español desde el año 2007, fue detenido tras saltarse un semáforo en rojo en bicicleta por dos policías municipales, que tras comprobar que se encontraba en situación administrativa irregular procedieron a su traslado a la Brigada Policial de Extranjería, situada en Aluche, dónde ha permanecido desde ese momento hasta esta misma mañana, antes de ser conducido al aeropuerto de Barajas para ser deportado.
Sus vecinos y amigos del barrio de Tetuán en el que vivía llevan desde el martes en una carrera contrarreloj por evitar su deportación. Juanga es una persona conocida y querida en el barrio del que forma parte activa. Tanto es así que en pocas horas habían reunido casi un centenar de firmas para presentar en el Consulado y pedir la paralización de su expulsión. Muy querido entre la comunidad de bicimensajeros que éstos días lanzaban tweets de apoyo, Juan Gabriel tenía un precontrato con una conocida empresa de mensajería de la capital, a la que pensaba incorporarse próximamente.
La deportación de Juan Gabriel “rompe con todas sus ilusiones, dejando atrás amigos y relaciones de más de 8 años, y todo en menos de 72 horas” expresaba una de sus amigas esta mañana. Desde Stop deportación (Campaña estatal por el cierre de los CIE) recuerdan que cómo han denunciado en diferentes ocasiones, cada vez que el gobierno fleta un vuelo de deportación masiva se suceden historias como la de Juan Gabriel. “Hace unos meses era Moudou, Eljhadi o Sandra y hoy es Juan Gabriel, en unos días pasas de estar viviendo con su familia y realizando su proyecto vital a ser deportado de manera forzosa a un país que dejaste hace años” indica una portavoz de la Campaña.
Recuerdan que en el caso de las deportaciones express, que comenzaron a ser habituales en el Estado español en los años 2013 y 2014, se trata de deportaciones que pueden cursarse directamente a través de las comisarías, sin necesidad de que la persona migrante pase por un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), y que en muchas ocasiones , carecen de garantías jurídicas como derecho a un intérprete o a asistencia letrada.
Como ya anunciaba la Abogacía española hace un año, nos encontramos ante un cambio de modelo; del internamiento en el CIE y la posterior expulsión, a la expulsión express. Sin embargo lo que no ha cambiado, afirman, es la opacidad con la que se llevan a cabo estos dispositivos. Apenas hay datos sobre deportaciones express, el primer y único dato oficial corresponde al año 2013, cuándo el Gobierno cifró en 6.462 deportaciones desde calabozo, frente a las 4.726 devoluciones que practicó desde los centros de internamiento (en respuesta a una pregunta parlamentaria). Sin embargo los datos de 2014 son un baile de cifras confusas.
Por ello desde la Campaña Estatal por el cierre de los CIEs exigen al Gobierno que paralice de manera inmediata la deportación de Juan Gabriel y que deje de realizar vuelos masivos de deportación que no sólo generan indefensión sino que además justifican el aumento de redadas por perfil étnico. E insisten en recordar la importancia de las redes de solidaridad como en el caso de Juan Gabriel y la capacidad de todas las personas para denunciar las redadas por perfil étnico, los vuelos de deportación.